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sábado, 10 de marzo de 2012

INDICE



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viernes, 9 de marzo de 2012

NUEVO BLOG

JUEGOS,VIDEOS,FOTOS,IMAGENES,TRUCOS,MAGIA,CHISTES,COMICS,ANECDOTAS,REFLEXIONES,
REFRANES,

Fotos de Cebras, Origen, Historia.



Foto Cebra (Argentina)


Zebras running across field, Serengeti National Park, Tanzania, Africa


La cebra en La sabana

La cebra es un mamífero originario de África muy conocido por su pelaje rayado característico. Se distinguen tres especies de cebras, cada una con un patrón de rayas específico: la cebra real o cebra de Grévy, la cebra de montaña y la cebra común o cebra de Burchell.
La cebra pertenece a la familia Équidos, en la que se incluyen también los caballos y los asnos. El antepasado más antiguo de los miembros de esta familia fue un animal pequeño llamado Hyracotherium, o más comúnmente Eohippus, que vivió hace 60 millones de años durante el pleistoceno. Los antepasados directos de los caballos, asnos y cebras, aparecieron en Europa, África y Asia hace unos 4 millones de años, durante el plioceno. Eran más pequeños que su pariente el caballo y muy parecidos en aspecto y hábitos al asno salvaje. Tenían una crin de pelos erectos a lo largo del cuello, unas orejas grandes y una cola terminada en un mechón de pelos oscuros.
Como otros animales de la familia, la cebra es un animal que pasta y se alimenta de hierba. La cebra es perseguida por numerosos predadores, especialmente por leones y hienas. Además, durante los últimos 200 años, los seres humanos se han convertido también en una grave amenaza para su supervivencia. La cuaga, una cebra de coloración más oscura que solo presentaba rayas en la cabeza, el cuello y los hombros, vivió en el sur de África hasta la década de 1870, en que fue cazada hasta llevarla a la extinción. Hoy día tanto la cebra de montaña como la cebra de Grévy están en peligro debido a la caza y a la pérdida de su hábitat.
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[editar]Reproducción

El período de gestación de la cebra es de unos 12 meses; nace una cría cada vez. A los dos años o antes ya se independiza de sus padres.

la cebras tambien se reproducen con macho alfa y tienen zebritas gays tambien pero muy lindas wey tambien tienen relaciones sexuales 20 veces al dia y lo hacen con ardillas

[editar]Naturaleza

La cebra tiene cascos semejantes a los del caballo, caracterizados por la reducción de dos dedos a uno solo, adaptado para la carrera rápida y el suelo duro. Las rayas llegan hasta debajo del vientre; sus orejas son cortas y estrechas. Corre muy rápido, aunque a los cinco minutos pierde el aliento y tiene que aminorar la marcha.

[editar]rayas

La cebra es un animal negro u oscuro con rayas blancas, y con una gran mancha blanca en el vientre que sirve para camuflarse. Algunas cebras tienen "rayas sombra" de color marrón entre las rayas blancas y negras.
Hay tres razones por las cuales se considera que la cebra es negra con rayas blancas, y no al revés:
Los équidos blancos no podrían sobrevivir en las llanuras y bosques de África. El quagga, una subespecie extinta de la cebra común, tiene las típicas rayas en la parte anterior del cuerpo, pero una parte posterior oscura. Cuando la región entre las rayas pigmentadas pasa a ser demasiado ancha, aparecen rayas secundarias, como si se estuviera debilitando la supresión. El hecho que algunas cebras tengan vientres y patas de color blanco puro no es una prueba muy concluyente de que son animales blancos, pues muchos animales de colores diferentes tienen vientres y patas de color blanco o un color claro.
Una madre que cuida de su cría se camufla entre ramas secas.Además, las rayas de las cebras son ausentes en el feto, que es totalmente negro. Las rayas aparecen posteriormente, en bandas de unos 400 micrómetros (veinte veces la medida de una célula). Por lo tanto, las rayas son más anchas cuanto más grande es el animal, y crecen conjuntamente con el tamaño del cuerpo. Según Bard, las especies de cebras difieren en cuanto al estadio embrionario en que aparecen las rayas. Bard descubrió una cebra anormal, sin rayas; su pelage negro tenía puntitos blancos, cosa que probaría que las rayas se forman por inhibición de la producción de melanina, y que por lo tanto la cebra es sin duda un équido negro con rayas blancas.
Las rayas de la cebra suelen ser verticales en la cabeza, cuello, paletillas y tronco, y horizontales por detrás y en las patas del animal. Los pasos de cebra toman su nombre de las rayas blancas y negras de las cebras.
Algunos zoólogos creen que las rayas son un mecanismo de camuflaje. Este mecanismo funciona de varias maneras. Para empezar, las rayas verticales contribuyen a esconder la cebra entre las hierbas. A pesar de que esto puede parecer absurdo a primera vista, teniendo en cuenta que la hierba no es ni blanca ni negra, se supone que es efectivo contra el predador principal de las cebras, los leones, que son daltónicos. En teoría, una cebra que permanezca quieta entre hierbas altas podría pasar desaparcibida para un león. Además, como las cebras son animales gregarios, las rayas ayudan a confundir a los predadores – varias cebras que estén o que se muevan juntas pueden parecer un único y gran animal, haciendo que el león tenga problemas para elegir una sola cebra para atacar. Un rebaño de cebras que se dispersen para huir de un predador le parecerán una masa confusa de rayas verticales moviéndose en direcciones diferentes, haciendo que al predador le cueste seguir visualmente a un individuo que se separe de sus compañeros. Aún así, los biólogos no han observado nunca leones que parezcan confundidos por las rayas de las cebras.
Se cree que las rayas de la cebra también desempeñan un papel en el comportamiento sexual; ligeras variaciones de los patrones permiten que las cebras distingan a los diferentes individuos. En raras ocasiones, nacen cebras sin rayas, y estos ejemplares tienden a quedar separados del grupo; esto reforzaría la teoría de que estas rayas también tienen una función social.
Una teoría más reciente, que cuenta con el apoyo de experimentos, sostiene que la coloración disruptiva de la cebra también es un medio efectivo de confundir el sistema visual de la mosca tsé-tsé, chupadora de sangre. Otra teorías alternativas son la que dice que las rayas coinciden con la distribución de grasa bajo la piel, sirviendo así de mecanismo termorregulador para la cebra, o la que sostiene que cualquier herida perturba el patrón de rayas, indicando claramente el estado de forma de la cebra a potenciales parejas.
Una leyenda africana intenta dar una explicación folclórica a las rayas de la cebra:
Hace mucho tiempo, las cebras no tenían las rayas blancas y negras que tienen hoy en día, sino que eran todas blancas. Cuando veían una cebra, algunos decían que se trataba de un cruce entre un caballo de color blanco y un burro, o quizás una mula. En aquel tiempo, la gente todavía intentaba domesticar a los caballos salvajes para poder cabalgarlos y lucirlos delante de todo el mundo, pues eran muy bellos. La cebra tenía otro nombre porque era diferente de los caballos y las mulas. Pero era muy difícil capturar y entrenar una cebra. Un día, una cebra que todavía era muy joven se perdió y acabó dentro un poblado. La gente empezó a mirarla y a cuchichear, pensando como podrían capturarla. La cebra se asustó, y se dio cuenta de lo que le querían hacer. Empezó a correr mientras la gente entraba a casa a buscar una red para cazarla. Corrió y corrió, hasta que finalmente tuvo una idea. Encontró un bote de pintura negra y lo tumbó; la pintura se esparció en muchas rayas onduladas. La cebra se revolcó hasta que las rayas se le quedaron pintadas en el cuerpo, pensando que así quedaría fea y la gente no la querría capturar. La gente del pueblo la encontró, y vio lo que había hecho. Como pensaban que ya no era bella con todas aquellas rayas negras sobre el pelaje, la soltaron. Pronto, todas las cebras empezaron a hacer lo mismo para que la gente no las molestara. Con el paso del tiempo, ya no les hizo falta hacerlo, pues empezaron a nacer de esta manera. Pero ahora las rayas las hacían bellas.

[editar]vida cotidiana

La cebra vive en grupos familiares de 5 a 20 cabezas. Las familias están formadas por un semental, media docena de hembras y los potrillos junto a su madre. Es corriente la tendencia a mostrar una posición de vigilancia, uno con la cabeza sobre el lomo de la otra, por el peligro que corren de ser cazadas por los leones.
En la época de celo suelen ser frecuentes las peleas entre dos machos a patadas y mordiscos. El macho dominante mantiene alejados a los otros de sus hembras. Los machos jóvenes dejan a sus progenitores hacia los dos años de edad. Las hembras lo hacen algo antes, lo que demuestra que el grado de parentesco es más fuerte entro el semental y sus hijos que entre las hembras.
En ciertas ocasiones permiten a otros animales unirse a su grupo, por ejemplo a los avestruces, grullas y búfalos. Pero son los avestruces los compañeros más fieles de estos équidos salvajes, los cuales saben que obtienen grandes ventajas de la vigilancia y de la innata prudencia de aquellas gigantescas aves.

[editar]Alimentación

La cebra es un mamífero exclusivamente herbívoros que come sobre todo por la mañana y por la tarde, reponiendo al mediodía. Son animales que se alimentan de hierba tosca, hojas y brotes.[5] También comen corteza y ramitas.Su aparato digestivo bien adaptado les permite subsistir con una dieta de calidad nutritiva más baja que la que necesitan otros herbívoros, pero también es menos eficiente, lo que obliga a las cebras a pasarse más de la mitad del tiempo comiendo.
La cebra puede moverse una veintena de kilómetros en un día en busca de alimento, pero al final del día suelen volver a su punto de origen. Aun así, las manadas de cebras hacen una migración anual mucho más importante, que coincide con la estación seca y que también hacen otros muchos mamíferos africanos y que representan un movimiento de centenares de miles de animales a la vez.

[editar]Clasificación

comen tortugas y sapos del mar y pelean contra gaviotas gueys y al final d la alimentacion si ven una ardilla la violan

[editar]fotos

CEBRA
CEBRA
CEBRA
CEBRA























Foto Cebras

miércoles, 7 de marzo de 2012

Fotos de Jirafas, Origen;Historia
































































La Jirafa, caracteristicas, habitat, costumbres, reproducción , alimentación de 
la jirafa, caracteristicas , costumbres gestacion y crias, habitat ...


La Jirafa

La Jirafa (Giraffa camelopardalis) es un mamífero y el más alto de todas las especies de animales vivientes. Los machos pueden medir desde 4,80 a 5,50 metros y pesar hasta 900 kilogramos. Las hembras son generalmente un poco más pequeñas y pesan menos.


Nativa de África, la jirafa se relaciona con el venado y la vaca, pero pertenece a otra familia, la Giraffidae, la cual consiste únicamente en la jirafa y su pariente más cercano, el okapi

Características físicas

Las jirafas son famosas por sus cuellos extraordinariamente largos (los cuales les permiten alcanzar las hojas más altas y tiernas de los árboles) y sus largas patas delanteras (que son mucho más largas que las traseras). La estructura ósea del cuello no difiere de la de otros mamíferos: no tiene vértebras extras, pero cada uno de los 7 huesos es más alargado. Además tiene unos pequeños cuernos, los cuales están recubiertos por la piel de la jirafa.

Muchas otras pequeñas modificaciones a la estructura de la jirafa han evolucionado, especialmente en el sistema circulatorio. El corazón de una jirafa debe generar cerca del doble de la presión sanguínea normal de un mamífero de gran tamaño para mantener el flujo de sangre al cerebro en contra de la gravedad. En la parte superior del cuello, un complejo sistema de regulación de la presión previene el exceso de sangre en el cerebro cuando la jirafa baja su cabeza para beber. Inversamente, los vasos sanguíneos en la parte inferior de las patas están bajo una gran presión. En otros animales, esa presión forzaría a la sangre a ser expulsada a través de las paredes capilares. Sin embargo, las jirafas tienen una gruesa capa de piel muy ajustada en sus extremidades inferiores, la cual mantiene la presión extravascular alta de la misma forma que un traje-g de un piloto.

La lengua es de color negra. Posee dos cuernos y una pequeña protuberancia en el medio de la frente, una cresta huesosa, debido a un desarrollo excesivo de los huesos frontales y nasales. La boca es distinta de otros rumiantes: su labio superior no está hendido como el del camello, está recubierto de pelos y tiene una forma más aguzada. Tienen un ingenioso sistema que les permite abrir y cerrar, a voluntad, las fosas nasales. Esto les permite recubrir las cavidades olfativas contra el polvo, especialmente cuando el viento forma remolinos.

El pelaje es de color amarillo, sembrado de manchas bastantes grandes, de formato irregular y color pardo claro u oscuro, siendo las manchas del cuello y piernas más pequeñas. La parte inferior de las patas y el vientre es blanco y no presenta manchas.


Las jirafas viven en grupos de 20 a 30 ejemplares, casi todos jóvenes, ya que al envejecer buscan la soledad.

Gestación y crías

La gestación de una jirafa dura entre 14 y 15 meses; nace una sola cría. La madre da a luz de pie y el saco embrionario se rompe cuando el bebé cae al suelo. Las jirafas recién nacidas miden cerca de 1,80 metros. A las pocas horas de haber nacido, las crías pueden correr y no se distinguen de una cría de una semana de edad. De todas formas, por las primeras dos semanas, estas pasan la mayor parte del tiempo recostadas, resguardadas por su madre. Mientras que las jirafas adultas son demasiado grandes para ser atacadas por la mayoría de los depredadores, las más jóvenes pueden ser presa de leones, leopardos, hienas y perros salvajes. Sólo del 25 al 50 porciento de las jirafas llegan a la adultez; aquellas tienen un promedio de vida de entre 20 y 25 años.

Alimentación

El regimen alimenticio de la jirafa armoniza con su conformación física; come las hojas de los árboles para lo cual le sirve su larga lengua. Las que viven en el sur de África prefieren las ramas y hojas que tienen espinas, porque sus labios y su lengua son insensibles.Cuando se nutre con alimentos frescos y jugosos puede permanecer mucho tiempo sin agua, pero en las épocas de sequía recorre varios kilómetros para abrevar en las lagunas pantanosas o en las charcas.

El alimento favorito de la jirafa es la Acacia, una especie de árbol que crece en la sabana africana, siendo un animal altamente selectivo en lo que come cuando tiene alimento para elegir. A pesar de esto en caso de necesidad no tiene problema en adaptarse a otros alimentos. También consume otro tipo de árboles así como hierbas. Para beber agua y alimentarse con hierbas la jirafa debe agacharse lo que la coloca en una posición vulnerable. La lengua de la jirafa así como su aparato digestivo adaptado, le permite alimentarse con vegetales espinosos, los cuales digiere sin ningún tipo de problema. La jirafa pasa alimentándose casi todo el día, pudiendo llegar a comer 65 kilos de vegetales. La jirafa al igual que las vacas es un animal rumiante, cuenta con 4 estómagos y su digestión es similar a la del resto de los rumiantes (la digestión toma un tiempo relativamente largo)

Costumbres

La jirafa es un animal que no es territorial y vive en grupos de aproximadamente entre 15 y 20 individuos, a pesar de ello no existe jerarquía ni coordinación en las actividades de la manada. También la composición de estas manadas es variable, algunas jirafas cambian de manada en determinadas ocasiones. Las jirafas son animales tímidos, prefieren huir antes que enfrentarse a los posibles depredadores, principalmente los leones, pero en caso de verse acorraladas o defendiendo a sus crías, las jirafas dan pelea, principalmente mediante patadas, que debido al tamaño de este animal suelen ser mortales o muy dañinas para sus eventuales enemigos. Debido a su altura la jirafa tiene un rango visual extremadamente alto, por lo cual puede descubrir muy fácilmente a cualquier amenaza que se acerque. 

En caso de huir la jirafa es una animal muy veloz pudiendo alcanzar velocidades de hasta 60 kilómetros por hora. Los machos también suelen enfrentarse entre si en peleas. Las jirafas, contrariamente a lo que la mayoría de la gente piensa, cuentan con un rudimentario sistema de comunicación similar a los mugidos de las vacas con el cual se alertan mutuamente de virtuales amenazas y además les sirve para localizar a sus crías en caso de haberlas perdido de vista. A pesar de lo que se cree la jirafa suele echarse para dormir, pero estos periodos de sueño son muy breves, no superando los 20 minutos de duración.

Hábitat 

Originalmente habitaba en las sabanas de las regiones meridionales y centrales de África, incluyendo la zona subsahariana, aunque la actividad humana la fue relegando de muchos sectores que ocupaba todavía ocupa extensas zonas. 

La jirafa en la Historia

Plinio, en su Historia Natural cuenta que sus conciudadanos vieron por primera vez una jirafa en el año 46 a.C. durante los Juegos del Circo.

En la Edad Media se creía que la jirafa era un animal mítico. Su estampa figuraba en los escudos de valientes caballeros y en la iconografía de las Catedrales.

Uno de los primeros ejemplares que aparecieron en Europa, en el siglo XV, era de Lorenzo de Médicis.





miércoles, 29 de febrero de 2012

Fotos de Elefante,Origen,Historia.

(Animalplanet3000.blogspot.com)


Elefante Bebè.
fotoselefantes3.jpg
































 Elefantes Peleando.
fotosdeelefantes2.jpg































Elefante nadando.
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Elefante  Indio





Elefante Asiàtico



















Elefante de Sri Lanka



EL ELEFANTE AFRICANO


Nombre científico : Loxodonta africana
Familia : Elefántidos
Orden : Proboscídeos
Clase : Mamíferos


Identificación : El elefante africano se distingue del asiático por su frente menos abultada, sus orejas de mayor tamaño, su lomo más recto, su trompa terminada en dos apéndices digitiformes y sus pies posteriores con sólo tres pezuñas.


Tamaño : Longitud cabeza-cuerpo, 3,5-6 m; altura en la cruz, 2.5-4 m.


Peso : De 2,4 a 3,5 toneladas (hembras y de 4 a 6,3 toneladas (machos); peso récord, 9 toneladas.


Distribución : Discontinua en el África subsahariana.


Hábitat : Muy variado: pluvisilvas y otros bosques, sabanas, zonas pantanosas, arbustos espinosos e incluso desiertos.


Alimentación : Vegetariano no rumiante; se alimenta de hierbas fibrosas, raíces, tallos, hojas, cortezas, frutos.


Reproducción : Por lo general, una cría por camada tras unos veintidós meses de gestación.




EL ELEFANTE

Con una altura en la cruz que puede alcanzar los 4 m y un peso que a veces supera las 6 toneladas, el elefante africano es el mayor vertebrado terrestre.
Esta especie forma unidades familiares de tipo matriarcal, vinculadas entre sí -y con los grupos de machos temporalmente- mediante complejas estructuras, cuya cohesión se asegura, incluso a grandes distancias, mediante la comunicación por infrasonidos. Gracias a su gran movilidad y a su insaciable apetito, el elefante ha dado forma al paisaje y la ecología de África; pero hoy, cuando la especie ha perdido más de la mitad de los efectivos que tenía hace dos décadas y, prácticamente, ha quedado confinada a los parques nacionales y reservas, parece estar apunto de perder su papel fundamental en la biodiversidad del continente.



ORIGEN Y EVOLUCION

Antiguos proboscídeos


Hace unos 50 millones de años, del largo linaje de los ancestros de los elefantes se separaron las ramas que condujeron a Moeritherium, un animal del tamaño de un cerdo, con dos colmillos en cada mandíbula, y, más tarde Deinotherium, que poseía unos colmillos curvados hacia atrás en la mandíbula inferior. Ninguna de estas ramas condujo a los elefantes actuales, pero sí lo hizo la que dio lugar a Paleomastodon. Este fue el primero de los mastodontes, unos proboscídeos que sobrevivieron hasta el Pleistoceno en África y Eurasia, y hasta fines de este período o incluso más tarde en América.
Otro de estos mastodontes, Stegodon, que vivió hace 12 millones de años, ya que tenía un elevado número de crestas de esmalte en sus molares, de un modo similar a los elefantes actuales. La trompa, en cambio, ya debía existir, por lo menos en esbozo, hace unos 40 millones de años. Sin embargo, para que se produjera el desarrollo muscular que dio lugar a un labio superior rígido y a la vez prensil, hizo falta que la región del mentón se alargara más allá del borde anterior del cráneo, sin que se diera una prolongación paralela del paladar. Esto es lo que sucedió en Gompbotberium, un género que hizo su aparición durante el Oligoceno, hace unos 30 millones de años, y que ya poseía una trompa funcional aunque muy distinta a la de los elefantes actuales.


Mamuts y elefantes


Los primeros proboscídeos conocidos se han encontrado en estratos del Eoceno. Algunos de éstos llegaron a Europa occidental durante el Mioceno y coexistieron con los últimos mastodontes europeos del género Anancus. El primero de estos elfántidos, Achidiskodon meridionalis, persistió en el continente europeo hasta el inicio del Pleistoceno medio y, a partir de entonces, fue sustituido por una especie más evolucionada, Paleoloxodon antiquus. A principios del Pleistoceno superior, el elefante antiguo fue sustituido a su vez por el mamut (Mammuthus primigenius), una especie que se extinguió hace unos 10.000 años.
A principios del Holoceno, los proboscídeos desaparecieron de Europa occidental, pero continuaron evolucionado en África y Asia. El género Elepbas, cuyo último representante es el actual elefante asiático (Elepbas maximus), se diferenció en Arica a principios del Pleistoceno, se extendió por Eurasia a mediados de este período y quedó restringido a Asia a fines del Pleistoceno. Como otros géneros recientes de elefántidos, Loxodonta apareció a mediados del Pleistoceno en África, aunque no se extendió por otros continentes. Una especie primitiva de este género (Loxodonta adaurora), pese a tener ya la cara comprimida, presentaba todavía un corto aunque macizo mentón. Este primitivo elefante africano fue descubierto en Kenya, en estratos del Plioceno, y es probable que a partir de entonces los elefantes usaran su trompa tal como lo hacen hoy.


ANATOMIA DEL ELEFANTE AFRICANO



El mayor vertebrado del planeta


El elefante posee unos rangos anatómicos inconfundibles, destacando su trompa -que es flexible, prensil y está dotada de una gran capacidad para aspirar agua-, sus defensas -comúnmente llamadas “colmillos”- y sus enormes orejas, que recuerdan el mapa de África.


Cráneo
Enorme y proporcionalmente corto, con los huesos muy engrosados y aligerados por numerosas cavidades aéreas.


Orejas
Mucho mayores que las del elefante asiático, pueden medir hasta 2 m de altura y 1,5 de anchura.
Además de su utilidad obvia en la audición, las orejas participan en las actitudes de amenaza; para disuadir a un potencial enemigo, el elefante las despliega totalmente, al tiempo que bambolea la cabeza. El elefante también utiliza las orejas para abanicarse, permitiendo así la irradiación de las calorías excesivas.


Cabeza
Grande y ahusada, con ojos pequeños que acaso denotan una visión deficiente.
Defensas
Rectas o curvadas hacia dentro y dirigidas hacia arriba en el extremo; mayores en los machos que en las hembras.
Bien visibles en ambos sexos, a diferencia del elefante asiático cuyos machos son los únicos que suelen tener unas defensas bien visibles, las defensas crecen continuamente y corresponden a los incisivos. Están compuestas casi por entero de marfil, una combinación de dentina, cartílago y sales cálcicas.


Patas
Largas, rectas y en forma de columna, terminan en unos pies circulares ensanchados en la base.
En el límite de una adecuada locomoción, las extremidades del elefante son columnares y escasamente articuladas, lo que impide el salto o el galope. Pese a ello, es capaz de desplazarse a una velocidad media de 4-6 km/h o de mantener durante un corto trecho hasta 40 km/h cuando carga o las raras veces que huye. También es capaz de ascender por laderas empinadas y de nadar con gran destreza, utilizando a veces la trompa como tubo respirador para atravesar ríos de gran anchura.


Dedos
Incluidos en el seno de un tejido fibroadiposo, no pierden su independencia ósea, lo que permite una gran movilidad y sensibilidad de las almohadillas plantares, y una gran adaptación a las irregularidades del terreno.


Trompa
Tiene 50.000 músculos y, a diferencia del elefante asiático, posee dos apéndices digitiformes en el extremo con unos pelos diminutos en cada punta.
Compuesta por miles de haces musculares, sirve de “mano” para estirar matas de hierba, arrancar la corteza de un árbol o llevarse la comida a la boca. La trompa es también un “brazo” vigoroso, capaz de descargar mazazos contra los enemigos o levantar a una cría encallada en el barro. Y no sólo es prensil y táctil, ya que con ella el elefante puede respirar, oler, beber, ducharse, manifestar su excitación sexual…


Planta del pie
Cubierta de un epitelio silenciador y antiderrapante, impide con su gran superficie que el animalse hunda en los terrenos blandos.


Tronco
Relativamente corto debido a la ley del puente, según la cual el aumento de la longitud de las patas es inversamente proporcional al de la distancia entre las cinturas pélvica y escapular.


Piel
Casi desnuda y carente de glándulas sudoríparas y sebáceas; pese a ser rugosa y gruesa, no carece de sensibilidad.




MEDIO NATURAL



Multitud de hábitats
El elefante africano vive en muchos tipos de hábitats (desde el nivel del mar hasta 5.000 m de altitud), incluidos los bosques más densos, las sabanas abiertas, las zonas pantanosas, el busbveld espinoso e incluso los desiertos. Esta amplia gama de hábitats debe cumplir los requisitos de asegurar el suministro de agua dulce, tener abundancia de hierba para pacer y de hojas para ramonear, y contar con un mínimo de sombra. Si estos requisitos se encuentran durante todo el año, los elefantes -o por lo menos los grupos familiares, ya que los machos casi siempre son nómadas- llevan una existencia sedentaria; de lo contrario, realizan migraciones a gran escala que suelen tener un patrón estacional, a menos que la actividad humana y el desarrollo agrario les fuercen a un sedentarismo forzoso.


Transformación del ecosistema
Cuando las poblaciones y los movimientos estacionales se mantienen en su estado natural, el elefante africano tiene un papel ecológico fundamental. Con unas necesidades alimenticias que en muchas ocasiones superan los 150 kg diarios de materia vegetal -hasta 300 kg en períodos lluviosos-, el elefante a menudo recorre grandes distancias para obtener su sustento. Aunque en época de lluvias suele preferir la hierba tierna, su régimen alimentario cuenta con más de un centenar de especies vegetales. Para encontrarlas, y sobre todo para paliar su insaciable apetito, los grupos, clanes y manadas de elefantes exploran grandes extensiones de terreno y, al devorar arbustos, maleza y en ocasiones árboles enteros, crean un sinfín de espacios abiertos, tanto en las tupidas selvas como en los numerosos terrenos arbolados que cubren gran parte de las sabanas africanas.


El mosaico resultante, un complejo entramado de vegetación en varios estadios de regeneración, crea a su vez una mayor variedad de alimentos vegetales, lo que atrae a una gama mucho más amplia de otros animales herbívoros (que a su vez atraen a sus depredadores). Cuando la población de elefantes disminuye las zonas arboladas se tornan más densas y los herbívoros pacedores desaparecen. De este modo, cuando la presión de los furtivos o de los agricultores locales obliga a los elefantes a concentrarse en las reservas, la pérdida de arbolado facilita la conversión de la sabana boscosa en sabana herbácea, y los herbívoros ramoneadores desaparecen junto con muchos primates.


Selvas en constante cambio
En las densas pluvisilvas, el incremento en la diversidad faunística debido a los elefantes es tan importante como en las sabanas. En su estado natural, una selva pluvial primaria no tiene mucho que ofrecer a los herbívoros terrestres porque el dosel arbóreo sólo deja penetrar un pequeño porcentaje de la luz solar e impide el crecimiento del sotobosque.
Pero cuando los elefantes ocupan la selva, al abatir algunos árboles -directamente o causándoles la muerte al privarles de su corteza o de sus ramas vitales- y devorar los renuevos, amplían los calveros naturales, permitiendo la alimentación de los grandes ungulados pacedores. La pluvisilva, que en otras condiciones sólo albergaría mamíferos arborícolas y pequeños herbívoros terrestres, se convierte en un hábitat adecuado para cerdos salvajes, búfalos selváticos y las especies de antílopes que medran en la selva secundaria. El resultado, una vez más, es un gran aumento de la diversidad faunística.


Estado de las poblaciones
Aunque no está tan amenazado como el asiático, el elefante africano ha sufrido un grave declive de todas sus poblaciones. Excepción hecha de la subespecie del norte de África, cuyas últimas poblaciones quizá desaparecieron en fechas tan tardías como mediados del siglo XIX, este declive se intensificó en los años setenta, tras la crisis del petróleo, cuando el marfil se convirtió en un valor refugio y su precio se multiplicó por diez. El tráfico de marfil provocó que todas las poblaciones del herbívoro gigante empezaran a menguar de modo espectacular: de los 2.500.000 elefantes africanos de 1970 se pasó a menos de un millón y medio de 1979 y a 625.000 en 1989. Y el furtivismo no afectaba sólo a los adultos con largas defensas, sino también a los elefantes jóvenes; de este modo, mientras en 1979 el peso medio de los colmillos incautados eran de unos 9,8 kg., en 1987 esta cifra había descendido a 4,7 kg.
Tras numerosas campañas de sensibilización de la opinión pública mundial, en octubre de 1989 el elefante africano fue incluido en el Apéndice I de la CITES (Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies Amenazadas), lo que significaba la prohibición, por lo menos teórica, del comercio internacional de marfil. Aunque cinco de los 110 países votantes del acuerdo eligieron “entrar en reservas”, lo que en la práctica les eximía de la prohibición, los efectos de la moratoria de la CITES no tardaron el hacerse notar. La población total de elefantes, que después de 1989 había descendido a menos de 425.000 ejemplares, se estabilizó para mantenerse en torno a los cerca de 600.000 elefantes que probablemente existen en la actualidad.




CICLO VITAL

Apareamiento
Aunque puede tener lugar en cualquier época del año, la reproducción del elefante africano está muy relacionada con los recursos alimenticios. Por ejemplo, la mayoría de partos se producen durante la estación de lluvias, un patrón que se repite en casi todo el continente al ofrecer a las crías un clima más fresco y una gran abundancia de cobertura vegetal donde guarecerse. Además, el cambio de la dieta propia del final de la estación seca, a base de hojas y hierbas seca, a la dieta típica de la estación de la lluvias, basada en hierba verde y fresca, parece que también estimula la ovulación y la fertilidad de los apareamientos.
Las hembras, cuyo celo no dura más de cuatro o cinco días, anuncian su estado fértil mediante un mensaje oloroso, y cuando varios machos siguen este rastro de olor pueden entablarse batallas rituales, que más bien son demostraciones de poder que luchas reales.
Estas peculiares “batallas” se desarrollan mediante exhibiciones de fuerza, tales como levantar troncos u otros objetos con los colmillos, y rara vez terminan con un desenlace fatal. Entre los escarceos de la hembra se incluyen tocar al macho con la trompa, alejarse de él y mirarlo de vez en cuando por encima del hombro mientras éste la sigue, o echar a corre perseguida por varios machos hasta que uno de ellos la toca con la trompa. A continuación, la hembra receptiva se deja montar por el macho fecundador. El período de gestación es de unos 22 meses _(17 y 25 meses son los valores extremos).


Infancia y juventud
Los elefantes tienen una infancia muy prolongada, y los cuidados que las hembras prodigan a las crías constituyen una de las grandes fuerzas de cohesión social de la especie. Ni siquiera la lactancia es una tarea exclusiva de la madre, y menos aún la vigilancia. Las hembras lactantes comparten a menudo su leche con crías que pertenecen a una tía o a una hermana, en tanto que las “canguros” -hembra subadultas de nueve años o más- desempeñan un papel crucial en la familia mucho antes de que ellas mismas puedan tener su propia cría. Gracias a este sistema, la madre puede alimentarse convenientemente (necesita dedicar a esta actividad las tres cuartas partes del día) y las jóvenes “canguros” adquieren una experiencia que les será útil para cuidar de sus propias crías.
Los elefantes más jóvenes, finalmente, no pierden nunca de vista a las crías indefensas, evitando que se alejen del grupo, ya que podrían sufrir un accidente o ser presa de los leones.
Aunque el destete tiene lugar entre los 6 y 8 meses, no es raro que la cría mame ocasionalmente hasta los 6 años o más. En todo caso, el vínculo entre la madre y sus sucesivos hijos dura bastante tiempo, y éstos no adquieren la madurez sexual hasta los 10 u 11 años como mínimo, y a menudo ésta se retrasa hasta los 20 o los 22.


El parto
El nacimiento de un nuevo elefante a menudo es un gran acontecimiento. Desde los primeros signos que anuncian el parto, las hembras adultas y las adolescentes rodean a la madre, alentándola con el sonido grave y dulce que emiten con su garganta y amplifican con su trompa. Cundo se produce el parto, toda la familia se precipita para rozar con su trompa al recién nacido.
La madre, entretanto, intenta liberar a la cría de su envoltorio placentario con la ayuda de las hembras más allegadas. Terminada esta tarea, el pequeño elefante, que no supera los 120 k., yace en el suelo, todavía mojado e incapaz de levantarse. Con infinitas precauciones, la hembra lo levanta del suelo, pero lo más probable es que el pequeño siga sin poder sostenerse sobre sus patas. Poco tiempo después, sin embargo, ya podrá dar sus primeros pasos y tomar su primera dosis de leche materna.




PAUTAS SOCIALES

Familias y grupos
Más gregario aún que el asiático, el elefante africano puede formar agrupaciones de varios centenares de individuos, especialmente durante la época de lluvias; pero el grupo unitario típico es el matriarcal, que en la sabana se compone de la gran hembra dominante, las hembras emparentadas con ella, las crías y los machos subadultos. Con frecuencia, uno de estos grupos familiares entabla una estrecha relación con otra unidad familiar, formando lo que la investigadora Cynthia Moss denomina un “grupo de vínculo”; cuando los miembros de ambas unidades se encuentran en la sabana, corren unos hacia otros con la cabeza levantada, batiendo las orejas, orinando y defecando y barritando con estrépito.
Más allá del grupo de vínculo, la organización social depende sobre todo del agua, y no tanto de los lazos de sangre. Los elefantes que comparten la misma área de deambulación pantanosa durante la estación seca forman lo que tanto Moss como el investigador Iain Douglas-Hamilton denominan un “clan”. Los miembros del clan se alimentan a menudo juntos y se desplazan en masa de una zona de alimentación a otra. Cuando se encuentran, sin embargo, no son tan efusivos como los del grupo de vínculo y, de hecho, pueden mostrarse agresivos unos con otros.
Pese a no estar vinculados por sus genes como las hembras, los machos no se limitan a formar asociaciones temporales.
A fines de los años setenta Moss y su colaboradora Joyce Poole descubrieron que, en lugar de errar sin rumbo por su área de deambulación, los machos sexualmente inactivos formaban asociaciones laxas, aunque regulares y armoniosas, en “zonas de retiro” muy concretas, alimentándose a menudo juntos. Cuando se sienten amenazados, sin embargo, no suelen formar grupos de defensa como las hembras, ya que no están vinculados por el parentesco. Por lo demás, los machos recorren centenares de kilómetros con la única finalidad de reproducirse. Según Iain Douglas-Hamilton, ellos son quienes aseguran el contacto entre las distintas poblaciones del continente y quienes garantizan el trasiego genético de la especie desde tiempos inmemoriales.


Alimentación
Pese a su alimentación herbívora, los elefantes tienen una dieta muy amplia. En la sabana se alimentan principalmente de hierba, rodeando la mata con la trompa, estirándola por las raíces y agitándola en el aire para que se desprenda la tierra. También ramonean entre los arbustos, desgajando los tallos más sabrosos; cuando el ramoneo se efectúa en un árbol alto, no es raro que el animal arranque una rama lateral con su trompa, para elegir luego las ramitas terminales más tiernas. En la estación seca, la dieta se completa con frutos de palmera, semillas y frutos de jengibre salvaje, hojas de acacia y tamarindo e incluso madera de baobab. Los elefantes de selva, por su parte, no dependen tanto de la hierba, y su dieta consiste sobre todo en hojas de árboles, cortezas y frutos.




EL ELEFANTE ASIATICO

Morfología y hábitats
El elefante (Elephas maximus) tiene las orejas mucho más pequeñas que el africano, la cabeza y la frente en forma de cúpula, el dorso convexo y un zolo apéndice digitiforme en la trompa. También es de dimensiones más reducidas y de menor corpulencia: su altura en la cruz no supera los 3 m, el peso medio de las hembras es de 2.720 kg y el de los grandes machos de 5.400 kg. A diferencia del elefante africano, la hembra del asiático tiene unos colmillos muy pequeños, invisibles más allá de los labios, característica que comparte con algunos machos de su especie. Ello no evitó que el elefante asiático fuera perseguido por su marfil durante siglos, lo que contribuyó sin duda a la actual rareza de esta especie amenazada de extinción.
Hoy en día, sin embargo, la principal amenaza para el elefante asiático es la disminución y la fragmentación de su hábitat. El elefante asiático ocupaba antaño los hábitats más variados, desde las selvas más espesas hasta los bosques espinosos y las laderas del Himalaya. Hoy, en cambio, apenas se encuentra fuera de las zonas limítrofes entre el bosque y los terrenos herbáceos, donde origina numerosos conflictos con el hombre.
De este modo, y aunque en épocas históricas el elefante asiático ocupaba la mitad sur de Asia, hoy su área de distribución extremadamente fragmentada abarca apenas algunas zonas del subcontinente indio, Sri Lanka, las islas Andamán, el sudeste asiático, Sumatra, Borneo y el sur de China. Además, de los 200.000 elefantes salvajes que habitaban en Asia a principios de siglo, hoy no quedan más de 54.000.


Vida social y domesticación
El elefante asiático es gregario y, si bien los machos adultos llevan a menudo una existencia solitaria, las hembras siempre viven en grupos familiares con una clara estructura matriarcal. En estos grupos que antaño podían comprender más de cien individuos y que hoy rara vez superan la veintena, domina siempre una hembra, generalmente la más vieja. La matriarca es capaz de recordar durante años las sendas de su territorio y encontrar, en cada momento, las zonas donde los fluctuantes alimentos son más abundantes.
El elefante asiático fue domado por primera vez hace más 3.000 años, pero incluso hoy la mayoría se capturan salvajes para su doma posterior. En el sudeste asiático los elefantes se doman sobre todo para el transporte de teca, mientras que en la India el elefante forma parte de la historia, los mitos y la cultura popular, y en muchas zonas aisladas todavía tiene un papel importante en al vida cotidiana: sirve a sus dueños en muchas tareas, es un símbolo de estatus y participa suntuosamente engalanado en numerosas fiestas religiosas.


El lenguaje de los elefantes
Las familias que pertenecen a un mismo grupo de vínculo se alejan a menudo a varios kilómetros de distancia, especialmente durante la estación seca, y sin embargo continúan estando en contacto, como demuestra su capacidad para reagruparse con rapidez. Aunque en ocasiones los elefantes barritan abiertamente, muchas otras dan la impresión de comunicarse en silencio, pudiendo salir corriendo en estampida o inmovilizarse de repente. Parece como si los elefantes tenghn un sexto sentido que les informa sobre el paradero y las actividades de otros miembros de su especie. EN mayo de 1984, mientras observaba unas hembras de elefantes asiático con sus crías, la investigadora Katherine Payne, una experta en cantos de ballenas de la universidad de Cornell (Nueva York), noto una extraña pulsación en el aire que evocaba el sonido de un trueno distante.
Meses después, al comparar esta pulsación con la que emite el tubo más bajo de un órgano de iglesia, la investigadora dedujo que los elefantes podrían estar utilizando infrasonidos. Tras efectuar una serie de grabaciones en zoológicos, en las que registró múltiples voces que los seres humanos no podemos oír, Payne decidió verificar sus hallazgos en el terreno y colaborar con Joyce Poole en el Parque Nacional de Amboseli. Una vez allí, tras centenares de grabaciones, determinó que los seres humanos sólo escuchan la tercera parte de lo que los elefantes se comunican entre sí. De un modo similar a lo que sucede con la ballena azul y el rorcual común, el resto de estos mensajes se emite a menos de 30 hertzios, es decir, a una frecuencia indetectable por nuestros oídos. Durante meses, las dos investigadoras acumularon horas de grabación de ondas sonoras e infrasonoras que les permitieron explicar por qué, cuando un elefante es abatido por un cazador, los grupos familiares que hasta entonces pacían plácidamente huyen, perfectamente coordinados hacia lugares más seguros.
Entre otras cuestiones, también les permitieron saber que, cuando dos elefantes del mismo grupo vuelven a encontrarse tras una larga separación, se saludan “en silencio” a los 18 hertzios; o que los machos en celo se evitan emitiendo un mensaje de 14 Hz sobre su agresividad latente, y que las hembras receptivas se comunican a 18 z con los machos de alto rango para alertarles de los intentos de cópula de un usurpador. Las ondas infrasonoras, de las que Poole y Payne identificaron más de treinta modulaciones diferentes, no sólo son audibles por los elefantes a distancia -hasta 5 km con viento contrario- sino que, además, se ven escasamente afectadas a su paso por los bosques y altos herbazales.





lunes, 27 de febrero de 2012

Fotos de Leones,Origen,Historia.

(Animalplanet3000.blogspot.com)

Un macho y hembra par de leones africanos se encuentran uno al lado del otro al caer la tarde.
 Foto de archivo - 2374390
    








El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos y una de las cuatro especies del género Panthera. Los machos, excepcionalmente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg,[3] lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Los leones salvajes viven en África subsahariana y Asia, con una población en peligro crítico al noroeste de la India, habiendo desaparecido del norte de África, de Oriente Próximo y del oeste de Asia en tiempos históricos. Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente 10 000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el león era el más extendido tras los humanos. Su distribución cubría la mayor parte de África, gran parte de Eurasia, desde el oeste de Europa hasta la India, y en América, desde el río Yukón hasta el Perú.[4]
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años.[5] Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.
El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30% y un 50%;[1] las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma y desde finales del siglo XVIII han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas.
Por su vigor y sus hábitos predadores el león se ha considerado durante siglos como el "rey de la selva". Todavía sobrevive el mito de los poderes sobre naturales del león, ya que hay quien cree que comer o llevar encima partes de un león, puede revivir poderes perdidos, curar enfermedades y conseguir la inmunidad frente a la muerte. Por suerte, son muchos los que se conforman con observar y fotografiar a este animal magnífico. 
En otro tiempo, la distribución de los leones fue mucho más amplia que la actual. Los escritos de Aristóteles comentan la presencia de leones en Grecia en fecha tan reciente como 300 a. C., y los cruzados se encontraban con frecuencia a leones en sus viajes por Oriente Medio.
Como otros miembros de la familia de los félidos, el león tiene un cuerpo esbelto, compacto, musculoso y con un pecho amplio. Su cabeza es redonda y corta, y luce unas prominentes vibrisas. El cráneo está bien adaptado para dar muerte y devorar a sus presas. Visión y oído son de mayor importancia que el sentido del olfato para localizar las presas. Como en la mayoría de los félidos, los leones machos adultos son más grandes que las hembras adultas (de un 20 a un 35%, incluso un 50% más pesados) Ello les procura una notable ventaja en la alimentación, donde pueden competir con otros y robar carroña para sí, pero en realidad los machos de una manada sobreviven casi exclusivamente por las presas muertas por las hembras.
El papel principal del macho en la manada consiste en proteger el territorio y a las hembras contra los otros machos; su tamaño también constituye una ventaja en este aspecto. La espléndida melena del macho confiere el aspecto de un gran tamaño sin los inconvenientes de un aumento de peso. Las luchas no suelen acabar en guerra por que el más pequeño de los dos leones percibe su desventaja se retira antes de empezar. La melena también sirve para protegerse de golpes.
La dieta del león abarca animales que pesan desde 50 a 500kg, aunque también es capaz de comer roedores, liebres, etc. Los leones no participan normalmente en la cacería porque su melena les da un aspecto demasiado llamativo. Cuando cazan rodean a la presa. Aunque alcanzan velocidades de 58km/h, algunas de sus presas corren a 80km/h, por lo que los leones deben utilizar la astucia para acercarse a 30m de su víctima.
La presa suele ser devorada por todos los miembros del grupo. Cuando varios leones comen juntos, o cuando la víctima es pequeña las escaramuzas son frecuentes, pero son breves y es raro que se produzcan heridas graves. Las hembras adultas necesitan unos 5kg de carne por día y los machos adultos 7kg.
Los leones comparten dominio con otros animales carnívoros, cada uno de los cuáles puede alimentarse con muchas de las mismas especies que son presas de los leones. Todos ellos cazan animales que pesan menos que 100kg, pero solo los leones mata con regularidad a presas con peso superior a los 250kg. Asimismo los leones tienden más a matar presas adultas y sanas. 
La madurez sexual puede conseguirse a los 24-28 meses en cautiverio y a los 36-48 en libertad, diferencia que puede deberse a factores de la nutrición. Las hembras son sexualmente receptivas más de una vez al año, y este periodo les dura de 2 a 4 días. El intervalo entre ciclos es muy irregular y puede variar entre dos semanas y varios meses. La ovulación es inducida por la copulación.
La gestación es corta para tratarse de un mamífero grande:100-119 días. En consecuencia los cachorros son muy pequeños al nacer y pesan menos del 1% del peso del adulto. La reproducción se produce a lo largo del año, aunque varias hembras de una manada pueden parir el mismo mes. Las hembras crían juntas a los cachorros y amantan a cualquiera de ellos. Los tamaños entre uno o cinco con un promedio de dos o tres. Los cachorros son destetados gradualmente y empiezan a comer carne a los tres meses, si bien siguen amamantándose hasta los seis meses en las cuatro mamas de la hembra. La mortalidad de lo cachorros es alta, ya que un 80% pueden parecer antes de los dos años de edad. Una hembra adulta producirá su siguiente camada al producirse los dos años de edad sus cachorros. Si perece toda la camada, se apareará poco después de la muerte del último cachorro.
La manada del león suele consistir en 4 a 12 hembras adultas emparentadas, sus crías y 1 a 6 machos adultos. Los leones pasan la mayor parte de su tiempo en un grupo dentro de la manada. Los machos de las manadas pueden estar emparentados entre sí, pero generalmente no lo están con las hembras. Los limites territoriales se mantienen mediante el rugido, las marcas de orina y las rondas.
Una manda cubrirá una zona entre 20 y 400 Km2, según el tamaño de la misma y la cantidad de caza disponible. Las grandes manadas pueden coincidir con los elementos de las vecinas, aunque cada una tiene una zona central para su uso exclusivo.
El tamaño máximo de un territorio depende de la capacidad de la manada para defenderlo y por el punto en el que la conexión social podría llegar a romperse.
Por su escasa o nula capacidad para la captura de presas, los cachorros suelen pasar hambre su primer año de vida. Las hembras adultas hasta llegan a impedir que su progenie se alimente en periodos de escasez de comida. Incluso en momentos de abundancia los cachorros pueden perecer por inanición si sólo se da muerte a animales pequeños, debido al predominio de los adultos sobre la presa. A los 18 meses los cachorros están suficientemente preparados para asegurarse el sustento matando.
Los parentescos de sangre entre leones se descubren manteniéndose descubre manteniendo un historial de individuos conocidos. En el núcleo de una manada de leones hay de 4 a 12 hembras emparentadas entre sí por haber crecido entre descendientes de hembras unidas también por vínculos familiares. Si una manada persiste durante generaciones y rebasa su óptimo numérico, las hembras subadultas sobrantes son expulsadas.
Sino se han marchado por su cuenta, los machos jóvenes subadultos también son expulsados a la misma edad y se agrupan con los restantes machos que a su lado han crecido. Algunos de ellos pueden ser hermanos, parte de la camada de la misma leona, pero su parentesco equivale al de hermanastros, e incluso es más distante. El grupo de machos jóvenes permanece unido durante 1 o 2 años y procura asentarse como machos sementales de una manada. Los machos mantienen el mando sobre una manada periodos que oscilan entre los 18 meses y los 10 años, según el grado de competición sobre los grupos rivales y el número de machos con el que comparten el mando.
Los machos de una manada son buenos compañeros; luchan fieramente y en cooperación con otros machos forasteros, pero no luchan entre sí por las hembras receptivas, sino que llegan a una especie de "acuerdo entre caballeros" por el primer macho que encuentra una hembra encelada suele ser aceptado como dominante entre los demás.
Un macho adulto establecido en una manada suele mostrarse amable con las hembras y con los cachorros engendrados por él o por sus parientes, pero un miembro de un grupo de machos llegados de otro lugar se comporta de manera muy diferente: es probable que mate al menos a algunos cachorros de la manada al tomar posesión de ella. Esta conducta violenta y esta aparente inadaptación resultaban antes desconcertantes, ya que no es corriente que los mamíferos maten a los jóvenes de su propia especie. Sin embargo, con el estudio de la vida de los leones en manadas a lo largo de varios años, se ha comprobado que, si los machos matan cachorros al instalarse, es probable que dejen más descendientes propios. El macho no está emparentado con los cachorros que mata, pero al matarles puede que su madre tenga descendientes suyos (al mostrarse receptivas de él poco después de la muerte de su último cachorro). Por otra parte, los cachorros de este león también sobrevivirán mejor sino están cachorros de más edad para competir con él. Por eso, matar cachorros en estas circunstancias es un acto adaptativo y, como otros aspectos de la conducta del león, constituye una faceta del proceso de selección de estirpe en plena acción.