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lunes, 27 de febrero de 2012

Fotos de Leones,Origen,Historia.

(Animalplanet3000.blogspot.com)

Un macho y hembra par de leones africanos se encuentran uno al lado del otro al caer la tarde.
 Foto de archivo - 2374390
    








El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos y una de las cuatro especies del género Panthera. Los machos, excepcionalmente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg,[3] lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Los leones salvajes viven en África subsahariana y Asia, con una población en peligro crítico al noroeste de la India, habiendo desaparecido del norte de África, de Oriente Próximo y del oeste de Asia en tiempos históricos. Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente 10 000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el león era el más extendido tras los humanos. Su distribución cubría la mayor parte de África, gran parte de Eurasia, desde el oeste de Europa hasta la India, y en América, desde el río Yukón hasta el Perú.[4]
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años.[5] Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.
El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30% y un 50%;[1] las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma y desde finales del siglo XVIII han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas.
Por su vigor y sus hábitos predadores el león se ha considerado durante siglos como el "rey de la selva". Todavía sobrevive el mito de los poderes sobre naturales del león, ya que hay quien cree que comer o llevar encima partes de un león, puede revivir poderes perdidos, curar enfermedades y conseguir la inmunidad frente a la muerte. Por suerte, son muchos los que se conforman con observar y fotografiar a este animal magnífico. 
En otro tiempo, la distribución de los leones fue mucho más amplia que la actual. Los escritos de Aristóteles comentan la presencia de leones en Grecia en fecha tan reciente como 300 a. C., y los cruzados se encontraban con frecuencia a leones en sus viajes por Oriente Medio.
Como otros miembros de la familia de los félidos, el león tiene un cuerpo esbelto, compacto, musculoso y con un pecho amplio. Su cabeza es redonda y corta, y luce unas prominentes vibrisas. El cráneo está bien adaptado para dar muerte y devorar a sus presas. Visión y oído son de mayor importancia que el sentido del olfato para localizar las presas. Como en la mayoría de los félidos, los leones machos adultos son más grandes que las hembras adultas (de un 20 a un 35%, incluso un 50% más pesados) Ello les procura una notable ventaja en la alimentación, donde pueden competir con otros y robar carroña para sí, pero en realidad los machos de una manada sobreviven casi exclusivamente por las presas muertas por las hembras.
El papel principal del macho en la manada consiste en proteger el territorio y a las hembras contra los otros machos; su tamaño también constituye una ventaja en este aspecto. La espléndida melena del macho confiere el aspecto de un gran tamaño sin los inconvenientes de un aumento de peso. Las luchas no suelen acabar en guerra por que el más pequeño de los dos leones percibe su desventaja se retira antes de empezar. La melena también sirve para protegerse de golpes.
La dieta del león abarca animales que pesan desde 50 a 500kg, aunque también es capaz de comer roedores, liebres, etc. Los leones no participan normalmente en la cacería porque su melena les da un aspecto demasiado llamativo. Cuando cazan rodean a la presa. Aunque alcanzan velocidades de 58km/h, algunas de sus presas corren a 80km/h, por lo que los leones deben utilizar la astucia para acercarse a 30m de su víctima.
La presa suele ser devorada por todos los miembros del grupo. Cuando varios leones comen juntos, o cuando la víctima es pequeña las escaramuzas son frecuentes, pero son breves y es raro que se produzcan heridas graves. Las hembras adultas necesitan unos 5kg de carne por día y los machos adultos 7kg.
Los leones comparten dominio con otros animales carnívoros, cada uno de los cuáles puede alimentarse con muchas de las mismas especies que son presas de los leones. Todos ellos cazan animales que pesan menos que 100kg, pero solo los leones mata con regularidad a presas con peso superior a los 250kg. Asimismo los leones tienden más a matar presas adultas y sanas. 
La madurez sexual puede conseguirse a los 24-28 meses en cautiverio y a los 36-48 en libertad, diferencia que puede deberse a factores de la nutrición. Las hembras son sexualmente receptivas más de una vez al año, y este periodo les dura de 2 a 4 días. El intervalo entre ciclos es muy irregular y puede variar entre dos semanas y varios meses. La ovulación es inducida por la copulación.
La gestación es corta para tratarse de un mamífero grande:100-119 días. En consecuencia los cachorros son muy pequeños al nacer y pesan menos del 1% del peso del adulto. La reproducción se produce a lo largo del año, aunque varias hembras de una manada pueden parir el mismo mes. Las hembras crían juntas a los cachorros y amantan a cualquiera de ellos. Los tamaños entre uno o cinco con un promedio de dos o tres. Los cachorros son destetados gradualmente y empiezan a comer carne a los tres meses, si bien siguen amamantándose hasta los seis meses en las cuatro mamas de la hembra. La mortalidad de lo cachorros es alta, ya que un 80% pueden parecer antes de los dos años de edad. Una hembra adulta producirá su siguiente camada al producirse los dos años de edad sus cachorros. Si perece toda la camada, se apareará poco después de la muerte del último cachorro.
La manada del león suele consistir en 4 a 12 hembras adultas emparentadas, sus crías y 1 a 6 machos adultos. Los leones pasan la mayor parte de su tiempo en un grupo dentro de la manada. Los machos de las manadas pueden estar emparentados entre sí, pero generalmente no lo están con las hembras. Los limites territoriales se mantienen mediante el rugido, las marcas de orina y las rondas.
Una manda cubrirá una zona entre 20 y 400 Km2, según el tamaño de la misma y la cantidad de caza disponible. Las grandes manadas pueden coincidir con los elementos de las vecinas, aunque cada una tiene una zona central para su uso exclusivo.
El tamaño máximo de un territorio depende de la capacidad de la manada para defenderlo y por el punto en el que la conexión social podría llegar a romperse.
Por su escasa o nula capacidad para la captura de presas, los cachorros suelen pasar hambre su primer año de vida. Las hembras adultas hasta llegan a impedir que su progenie se alimente en periodos de escasez de comida. Incluso en momentos de abundancia los cachorros pueden perecer por inanición si sólo se da muerte a animales pequeños, debido al predominio de los adultos sobre la presa. A los 18 meses los cachorros están suficientemente preparados para asegurarse el sustento matando.
Los parentescos de sangre entre leones se descubren manteniéndose descubre manteniendo un historial de individuos conocidos. En el núcleo de una manada de leones hay de 4 a 12 hembras emparentadas entre sí por haber crecido entre descendientes de hembras unidas también por vínculos familiares. Si una manada persiste durante generaciones y rebasa su óptimo numérico, las hembras subadultas sobrantes son expulsadas.
Sino se han marchado por su cuenta, los machos jóvenes subadultos también son expulsados a la misma edad y se agrupan con los restantes machos que a su lado han crecido. Algunos de ellos pueden ser hermanos, parte de la camada de la misma leona, pero su parentesco equivale al de hermanastros, e incluso es más distante. El grupo de machos jóvenes permanece unido durante 1 o 2 años y procura asentarse como machos sementales de una manada. Los machos mantienen el mando sobre una manada periodos que oscilan entre los 18 meses y los 10 años, según el grado de competición sobre los grupos rivales y el número de machos con el que comparten el mando.
Los machos de una manada son buenos compañeros; luchan fieramente y en cooperación con otros machos forasteros, pero no luchan entre sí por las hembras receptivas, sino que llegan a una especie de "acuerdo entre caballeros" por el primer macho que encuentra una hembra encelada suele ser aceptado como dominante entre los demás.
Un macho adulto establecido en una manada suele mostrarse amable con las hembras y con los cachorros engendrados por él o por sus parientes, pero un miembro de un grupo de machos llegados de otro lugar se comporta de manera muy diferente: es probable que mate al menos a algunos cachorros de la manada al tomar posesión de ella. Esta conducta violenta y esta aparente inadaptación resultaban antes desconcertantes, ya que no es corriente que los mamíferos maten a los jóvenes de su propia especie. Sin embargo, con el estudio de la vida de los leones en manadas a lo largo de varios años, se ha comprobado que, si los machos matan cachorros al instalarse, es probable que dejen más descendientes propios. El macho no está emparentado con los cachorros que mata, pero al matarles puede que su madre tenga descendientes suyos (al mostrarse receptivas de él poco después de la muerte de su último cachorro). Por otra parte, los cachorros de este león también sobrevivirán mejor sino están cachorros de más edad para competir con él. Por eso, matar cachorros en estas circunstancias es un acto adaptativo y, como otros aspectos de la conducta del león, constituye una faceta del proceso de selección de estirpe en plena acción.