Origen e historia de la raza
La primera muestra de la existencia del Akita Inu la
encontramos muchos siglos atrás. Y es que esta raza es una de las más
antiguas de Japón y casi del mundo. Encontramos su figura en relieves
que datan de más de 2000 años antes de nuestra era. Algo más recientes
son los datos más concretos que se tienen de la raza. Entre los siglos
XVI y XIX, bajo la era Edo, el Akita era un personaje muy importante
dentro la sociedad. De hecho, llegaban a tener sus propios apartamentos
y servidores. Sólo la familia imperial y las nobles tenían derecho de
poseer estos perros. Además, se dirigían a ellos en un lenguaje
especial, utilizado solamente para ellos... De aquí que el Akita posea
una majestad y una gran nobleza, además de una inclinación por que le
sirvan.
Tiempo más tarde se produjeron cruces de esta raza
con molosos y el Akita pasó a formar parte en combates de perros,
debido a su coraje legendario. Afortunadamente, unos enamorados de esta
magnífica raza consiguieron reencontrar y reconstruir la raza para
llegar al estándar que conocemos hoy. Y desde el 1931, ha sido
declarado "Patrimonio nacional" en Japón.
Temperamento y carácter
El Akita es un can que atrae, impresiona y fascina
por su físico y por la elegancia que posee... pero antes de adquirir uno
hay que conocer bien sus características, pues no es un perro que le
convenga a todo el mundo. Por ejemplo, los números de abandono de esta
raza son altos y eso puede ser debido a su fuerte carácter dominador.
Aunque el aspecto de "oso de peluche" no lo parezca, es un perro con
mucho carácter y difícil docilidad.
Pero no todo es carácter dominador lo que tiene el
Akita. También es un perro en el que se puede confiar, muy activo, buen
perro guardián, tranquilo, fiel,...
Características físicas
Los perros Akita Inu son de talla grande y
constitución fuerte y poderosa. Su elegante porte nos trasmite toda la
nobleza y señorío que la raza posee. Su cráneo es proporcional al
tamaño del cuerpo. Posee una frente es ancha y un cuello grueso y
musculoso, libre de papada.
Presenta una nariz grande de color negro (aunque ésta
puede presentar una coloración encarnada en los ejemplares de pelo
blanco) y un hocico largo y fuerte, ancho en la base y se estrecha
hacia la punta, aunque no es puntiagudo. Sus ojos pequeños, casi de
forma triangular, son de color marrón oscuro. También las orejas son
pequeñas, gruesas, triangulares y algo redondeadas en las puntas. Están
tiesas e inclinadas hacia adelante.
Su cola, de implantación alta, es gruesa y la lleva
vigorosamente enroscada sobre la espalda. Su pelaje es en la capa
externa liso y duro y en la capa interna fino y abundante.