Origen e historia de la raza
Perro originario de Extremadura, en el sudoeste de España, el Mastín español desciende del Mastiff, del Moloso romano e, indirectamente, de dogos importados por los fenicios a Europa hace más de dos mil años. Fue utilizado en otro tiempo para combates de perros, la guerra, caza de jabalíes y otras grandes cazas,... Pero su uso principal, por el que es más reconocido, es el de protector de rebaños y guardián de propiedades. Con estas dos tareas se ha labrado una merecida reputación de seriedad y de eficacia.
Temperamento y carácter
El Mastín español es un perro rústico, utilizado en otro tiempo durante las trashumancias españolas de los pastores. Es un perro con un excelente carácter, muy calmado, a pesar de ser un guardián excelente. Los machos son menos cariñosos que las hembras, que necesitan de más gestos de aprecio. El Mastín español es consciente de su fuerza, sabiendo que puede hacer daño. Por ello necesita de una buena educación y adiestramiento.
Características físicas
Pero de gran talla, con mucha fuerza y musculatura. Es una raza corpulenta y compacta. Su cabeza y su cuerpo están recubiertos de un pelaje semilargo. Su ladrido es profundo, grave, sonoro y perfectamente perceptible a una distancia considerable. Es un perro muy inteligente, como demuestra su mirada, tremendamente expresiva.
Su pelaje es duro, espeso, semilargo y liso. Está repartido por todo su cuerpo. Encontramos en él dos tipos de pelo: un pelo de cubierta sobre la espalda y otro de protección sobre los costados. El pelaje es algo más corto sobre los miembros y más largo y sedosos en la cola.