Origen e historia de la raza
Aunque la teoría más difundida es que el Beagle Harrier nace de los cruces entre dos razas inglesas, el Beagle y el Harrier, existe otra teoría que dice que el Beagle Harrier es un perro francés. Y su creación se la debemos al barón Gérard, cazador del siglo XIX del departamento de Landes (Aquitania). Según dice la teoría, este apasionado de la caza necesitaba un perro capaz de cazar la liebre en cualquier tiempo y, sobre todo, en malas condiciones.
Deseaba un perro de tamaño medio, buen cazador, y para ello efectuó cruces de Beagles con Briquets franceses. Estos últimos aportaron una buena morfología y robustez. Su producción particularmente importante le permitió, con la ayuda de una selección severa, alcanzar rápidamente el resultado deseado.
Temperamento y carácter
El Beagle Harrier es un perro de jauría. Su carácter está establecido según las reglas"dominante-dominado". Es un can dulce con el hombre y busca su presencia. Con una nariz muy fina, es idóneo para cazar a cualquier animal, desde la liebre hasta el jabalí. Aunque es un perro fogoso, es a su vez juicioso. Su ladrido es sonoro y se sitúa en los tonos agudos.
En definitiva, es un perro valiente, lleno de ánimo, muy enérgico, inteligente, franco y afectuoso. De mantenimiento, pues es un animal robusto, por lo que no requiere un mantenimiento particular.
Características físicas
El tamaño se sitúa entre los 45 y los 50 cm, aunque el tamaño ideal de un Beagle Harrier es de 48 cm. En conjunto, esta raza es una raza armoniosa, equilibrada, distinguida, ágil y vigorosa.